La industria del automóvil está en medio de un gran cambio a medida que nos acercamos hacia el equilibrio entre rendimiento y ahorro de energía, con los fabricantes de primer nivel presentando diferentes soluciones a este desafío. Pero no importa quién es el primero en encontrar esta relación perfecta, toda la humanidad va a cosechar los beneficios.
El término hypercar parece que se usa más y más cada día. Simplemente lo definimos como un súper deportivo de primer nivel que supera a todos o a la mayoría de los elementos de coches de lujo estándar, incluyendo, la aceleración, el precio, la rareza, la ingeniería, la velocidad máxima, el sonido y la apariencia. Al igual que con los coches de lujo, también hay un gran debate sobre lo que constituye un verdadero hypercar.
En primer lugar, estaban los coches de lujo: exóticos, rápidos, máquinas de alta potencia de Lamborghini y Ferrari.
Más tarde, los hypercars llegaron a la escena. Más exóticos, más rápidos y con más potencia que los coches de lujo.
Es inevitable, pues, que a medida que los dioses olímpicos destronen a los Titanes, como los hypercars derrocaron a los coches de lujo, serán derrocados por los megacars.
El fabricante de automóviles sueco Koenigsegg dio a conocer su nuevo Regera de 1,9 $ millones, una bestia de 1,500 caballos de fuerza que marca el comienzo de la Era del Megacar.
Responde a la pregunta sin respuesta hasta ahora: ¿Qué es un megacar?
El megacar es masivamente más loco que un hypercar, que ya era sustancialmente más loco que un súper deportivo. Le sumamos varios turbocompresores y un propulsor de gas-eléctrico híbrido que, en el caso del Koenigsegg Regera, conjuga un motor 1100 de gas con un motor eléctrico de 700 caballos de fuerza. Trabajando en conjunto, logran 1.500 CV. Koenigsegg afirma que posee la batería con más densidad de potencia jamás creada para un coche de producción.
Supercar, hypercar, megacar. ¿A dónde vamos a partir de aquí? ¿Qué desplazará al megacar?