Durante las crisis económicas como la reciente, la tasa de mortalidad en carretera desciende. La explicación de sentido común para ese fenómeno es que en los momentos difíciles, las empresas recortan puestos de trabajo, y los consumidores compran menos bienes reduciendo a su vez el número de vehículos de carga en la carretera.
Las muertes habían estado cayendo de forma bastante estable desde principios de siglo, llegando a cifras importantes cuando la crisis económica llegaba a su cima. A medida que la economía se va recuperando, la caída de víctimas mortales ha sido más modesta, llegando a aumentar considerablemente en los últimos tiempos.
¿Qué está causando el aumento?
– La economía está creciendo. Una economía robusta puede tener muchos efectos en las estadísticas de las vías, incluyendo un mayor volumen de camiones, furgonetas de reparto, y otros vehículos de carga que transporten mercancías destinadas a empresas y consumidores individuales.
– El desempleo se está reduciendo. Con más gente en el mundo laboral, más personas necesitan desplazarse diariamente a su trabajo. Eso, a su vez, aumenta el riesgo de siniestros viales, y por consiguiente lesiones y muertes.
– El precio del carburante se mantiene bajo, en comparación con los años anteriores. El precio medio de combustible durante el 2016 es un 16% más barato que en 2015. Este hecho invita al usuario a desplazarse con más frecuencia y, a su vez, incrementar los kilómetros recorridos.
El alcohol, la velocidad y la conducción distraída son las tres causas principales de muertes en la carretera. Conducir un vehículo es una de las actividades de más riesgo que realizamos prácticamente a diario, a pesar de décadas de mejoras en el diseño de los mismos y los avances en la seguridad del tráfico.
Debemos y podemos invertir esta tendencia en 2016, por ejemplo, beber y conducir no es casual, sino un error de juicio y es absolutamente prevenible. Recuerda que la Seguridad Vial NO es accidental.